sábado, 18 de julio de 2015

El arte al alcance de la gente pequeña

Estando en una tertulia sobre Franz Kafka, los participantes comenzamos a discutir sobre cualquier persona era capaz de expulsar a sus demonios mediante alguna forma artística. Esto sin duda me dejo pensando sobre dos preguntas, la primera la vieja cuestión sobre lo que es el arte y  ahora me ahondaba en la cabeza sobre si cualquier persona era capaz de expresar su sentir mediante el arte.

En la discusión, hubo dos argumentaciones: la primera era que la creación artística sólo es posible mediante el conocimiento y la meditación constante del artista en cuestión sobre los grandes problemas del hombre, de la naturaleza y de la metafísica; en la segunda, se argüía que cualquiera dada la libertad que tiene es capaz de expresar su sentir, y por lo tanto es un productor de arte. Lo magnifico de este ejercicio es que se permitió la deliberación, de la que soy un gran defensor, y aunque no se llegó a una síntesis en el sentido hegeliano, si pude al menos yo tener una opinión con respecto al tema.

Primero que nada, creo que es importante definir lo que significa el arte para mi para después poder decir si es o no posible que éste sea un producto de cualquier mortal. Siempre ha sido controvertido el significado del arte. Muchas personas argumentan que el arte debe cumplir con grandes cánones, e incluso algunos han llegado a rechazar lo que hoy en día conocemos como el arte moderno, ya que dicen que estas obras no son capaces de cumplir con las reglas ortodoxas que ellos definen.

Para mí, el arte es cualquier creación humana que permite la expresión de un sentimiento. Sin duda alguna, ni yo ni nadie negaremos que Kafka, Poe, Da Vinci, Dalí, Mozart y Beethoven son grandes artistas. Sin embargo, el hecho de que éstos hayan logrado crear obras maestras no va en contra de cualquier persona alrededor del globo pueda tener la habilidad para expresar sus sentires: un niño expresa su felicidad al dibujar a su familia en el kínder, se autorealizó de la misma manera que Andy Warhol mostró su malestar de la sociedad de masas al pintar una colección de latas Campbell. Evidentemente, los primeros artistas fueron más relevantes y más influyentes que el preescolar y su dibujo, mas esto no le quita merito al segundo.

Dicho lo anterior, y aunque me adelante un poco, yo sí soy un ferviente defensor de que cualquier persona libre y consiente de sí misma es capaz de realizar arte. Y es aquí donde he introducido la palabra que es clave para entender el arte como la expresión del sentir del hombre: la libertad. La diferencia esencial entre defender una u otra postura sobre si un individuo es capaz de producir arte va a depender en realidad de cómo uno llegue a concebir la libertad.

Aquellos que decían que el desarrollo del arte dependía de que el artista tuviera conocimiento y meditación sobre las cuestiones filosóficas eran aquellos que veían la libertad acotada a lo que los hombres estamos destinados. Es decir, tienen la idea agustiniana de que el hombre tiene el poder de decidir, mas esta libertad está acotada a la existencia de un ente divino, a ciertos cánones o a reglas preestablecidas. De esta manera, el desarrollo del arte sólo le pertenece a algunos, lo que podría justificar el clasismo y el elitismo en torno a este tema. Si la libertad estuviera limitada a cierta naturaleza humana o divina, entonces si sería cierto que sólo algunos hombres (y mujeres por supuesto si los limites lo permitieran) serían capaces de hacer arte. Pero veo dos grandes problemas. El primero es que la definición de los limites es muy problemático, y lo ha sido a lo largo de la historia del hombre.  La creación artística dependería de lo que dioses, duendes, consejos de ancianos, expertos en arte o incluso lo que yo consideráramos que debería cumplir una expresión para que fuera arte. Así el arte sería una cuestión completamente una cuestión completamente subjetiva que dependería de la concepción de ciertos jueces. El segundo problema se relaciona con el hecho de que creo que la libertad concebida de esta manera, yo no la veo como libertad y así es como continuaré con la segunda visión de la libertad.

Sartre no se equivocó al afirmar que el hombre está condenado a ser libre. El ser humano es libre haga lo que haga, así decida quedarse callado, o expresarse de la manera que mejor le plazca. En este sentido, si alguien quiere atenerse a cánones y reglas es libre de hacerlo. Sin embargo, quien decida no hacerlo, no le quita el poder de expresarse, y por lo tanto, éste puede ser un artista en potencia. En este tenor, yo creo que cualquier tipo de expresión artística puede ser realizada por cualquier persona, sin importar su género, clase, preparación académica o preferencia sexual. Lo único que en realidad necesitan es el deseo de expresarse y encontrar la manera de plasmarlo en un papel, de armonizarlo en el aire en forma de sonido, acomodarlo haciendo movimientos o como pueda hacerlo, pero siempre y cuando lo pueda sacar de su ser.

Mencionando nuevamente a Sartre, el hecho de que todos seamos libres, nos hace responsables de todas nuestras creaciones. Entonces, en lo que si debemos de prestar atención es en que cualquier escrito, pintura, escultura o pieza musical que hagamos lo haremos por el hecho de que es la visión que nosotros creemos que los otros individuos deberían de tener acerca de sí mismos, del mundo o de la metafísica.

En conclusión, esta tertulia que tuve me sirvió para reflexionar que la gente pequeña es capaz de hacer arte. Pero creo que las ideas existen para que se debatan y se re-inventen, puede que tenga razón o no, pero dejo aquí algo para pensar.

Finalmente, sólo hago la recomendación a todos de leer el proceso de Franz Kafka en donde se aprecia la visión existencialista que tenía el autor. Sin pensarlo, es una gran obra maestra.

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